Hace unos días que tengo en mi poder la tarjeta de Respiro, para alquilar coches o furgonetas para mudanzas con un solo clic y con el seguro y gasolina incluidos. Luego profundizaremos en ello. Pero sí, hoy nos ocupamos de la movilidad, otro de los pilares básicos, al hilo además de mi nueva "adquisición".


Seguimos nuestro camino minimalista y de mejora de forma ordenada. Ya vimos los aspectos generales y empezamos a adentrarnos en los diferentes compartimentos de nuestra vida. El primero y más importante es el de la vivienda, del que ya nos hemos ocupado, junto con sus derivados de gastos inherentes. Ahora, como digo, sigamos un orden lógico y por tanto es hora de ocuparnos de la movilidad. Primero fue dónde vivir y ahora cómo moverse.

El segundo mayor gasto en nuestra vida, tanto a lo largo de ella como de forma puntual es el desplazamiento: los viajes (sean en tu localidad o exteriores y la compra de un coche). El vehículo es tras la vivienda el mayor gasto puntual o mensual. En este punto huelga decir lo que defiende esta serie: como en el caso de la vivienda, el proceso debe ser el mismo y toca hacer números para determinar si compensa o no la posesión de un vehículo. Todo empieza a cuadrar en el concepto minimalista porque obviamente si vives de alquiler puedes vivir cerca del trabajo en toda circunstancia, con el ahorro que supone en transporte y la segura renuncia a tener coche propio. Aun así, si verdaderamente necesitas o quieres usar el coche con frecuencia no necesariamente te puede salir mejor comprarlo. Pero vamos paso a paso:

Transporte público

Ni que decir tiene que si vives en el centro de las ciudades es absurdo tener y usar coche, salvo honrosas excepciones. Por 40-60 euros al mes en el caso de Madrid tienes transporte ilimitado por metro, bus y cercanías. Hay descuentos para jóvenes, estudiantes, mayores y en el caso particular de Respiro que os comentado, el abono transporte de Madrid (no sé otros casos) te da derecho a un 50% de la cuota (de la de Respiro, no del abono, se entiende). La bicicleta es una gran opción también (gratuita y haces ejercicio). Es de lo poco que te recomendaría tener en propiedad (sobre todo si es plegable, para moverte en calles, metro y cercanías) pero si eres más papista que el papa pues cada vez más ciudades españolas tienen su servicio de bicis. Aquí te dejo la de Madrid


En cuanto a desplazamientos largos, ya depende también de los gustos propios: para cualquier tramo lo más barato es el autobús pero puede ser incómodo si los desplazamientos son de más de 300 km. Queda tren y avión, donde tanto en AVE como en las diferentes compañías aéreas hay descuentos jugosos si planificas y reservas con antelación. Aquí dónde obtener descuentos de AVE y aquí los buscadores de vuelos baratos.


Transporte privado

Un concepto que veremos varias veces a lo largo de esta serie: economía colaborativa. Está de moda pero su futuro es tan prometedor como seguramente inevitable… afortunadamente. Si no quieres o no sabes conducir, para trayectos tanto urbanos como largos tienes un montón de opciones, desde las nuevas alternativas al taxi hasta que te lleven en coche por un módico precio, el llamado carsharing. ¿Te suena, no? Pues aquí están las principales y tú eliges:


  • Para moverte por ciudad si no tienes carnet o no quieres conducir tienes Uber o Cabify, más caro pero donde te sentirás como un rey disfrutando de revistas o un refresco durante el trayecto. 
  • Para salidas por carretera las más conocidas y fiables son Bla Bla Car y Amovens, donde puedes viajar de Madrid a Barcelona, por ejemplo, por 20 euros.


Yo me lo guiso, yo lo conduzco

Para los que les gusta conducir o necesitan libertad de movimientos. Vamos con el tema peliagudo: tener o no tener coche. Reiteramos que esto no es para dar todo mascado sino para pensar y cambiar, así que lo primero que deberás hacer tú mismo es si te compensa tener coche o no, sin autoengaños y con disposición a cambiar de modo de vida: calcula los kilómetros que haces al año y el gasto total (ojo, todo, no sólo la letra del coche sino sumando ITV, neumáticos, revisiones, seguro, gasolina, imprevistos…) y el total lo divides por los años de vida útil medio de un vehículo. Luego calculas por otro lado los kilómetros al año que realizas (los obligados) y a ver lo que te sale, pero te adelanto que para un uso bajo o intermedio sale más barato el alquiler y concretamente con Respiro, aunque no hay mucha diferencia con Bluemove y Car2Go. La única pega es que sólo están disponibles en grandes ciudades, aunque en aquellas ciudades más pequeñas deberíamos a acostumbrarnos a movernos andando o en bici. 

Ahora bien, para salidas esporádicas de mucho kilometraje y días, sigue compensando contratar aparte una compañía tradicional de alquiler de coches, sobre todo si nos acogemos a las múltiples ofertas de varios días. No obstante, realiza siempre el cálculo sumando el gasto en gasolina de acuerdo a los kilómetros previstos y el precio del combustible en ese momento. La que mejores ofertas suele ofrecer y que servidor usa siempre por su servicio y rapidez es Sixt.

Pero no queda ahí la cosa. Aquí fomentamos el ahorro en tiempo también y desde luego no tiene precio el tiempo que te ahorrarás en llevarlo a la ITV, al taller, la limpieza, etc. Una carga menos.

No me queda otra

Vale, suena muy bien pero resulta que tienes una hipoteca en el pueblo 'x', trabajas en la ciudad o pueblo ‘y’ y por tanto necesitas el coche en propiedad si o si. Bueno, podemos minimizar daños: o bien a lo grande, vendiendo tu coche y probando el leasing (aquí una de las mejores opciones o la misma Amovens) un sistema que puede ser rentable no sólo para autónomos y empresas. Por una cuota a veces similar a la letra de tu coche tienes un todo incluido (seguro, revisiones, recambios…) y además puedes estrenar vehículo cada 5 años.

En el plano humilde, podemos convertir el coche en un medio para ganar dinero o al menos reducir gasto, en vez del pozo sin fondo que suele ser, ya como último recurso. Hay varias plataformas que te ayudarán a ello, tanto en marcha como aparcado. Aquí están tus aliados para ahorrar dinerito e incluso ganar dinero, aparte de opciones como Bla Bla Car de las que ya hemos hablado y donde en este caso ofreces tú el servicio:


  • Ahorrar al aparcar: esta app te informa de plazas libres y gratis.
  • Gana dinero mientras tu coche está "fuera": si tienes plaza de garaje y la dejas libre unas horas al día porque vas a trabajar en coche, al menos saca partido de ello y alquílasela a otro. Parkfy o tuplaza.es te dan la solución.
  • Pero aún hay más. Puedes alquilar tu coche como si de una empresa de alquiler se tratara y sacar aún más partido de ello, con total seguridad. Toma nota: Drivy y Socialcar.


Por último también puedes tú mismo mentalizarte y darte cuenta que con unas normas y aprender las sencillas rutinas para conducir ahorrando combustible (presión de neumáticos, no llenar el tanque, uso de las marchas, uso de tarjetas reembolso, app de las gasolineras más baratas...). Te librarás de decenas o cientos de euros al año en gasolina. 

El camino sigue: en teoría vives ya en el sitio adecuado, cerca de trabajo, pagas lo justo por ello y sus gastos, te has librado del coche o al menos lo sacas partido hasta que lo vendas. En los próximos capítulos seguiremos con las formas de liberarte de gastos y de pérdida de tiempo para tu compra diaria o esporádica y finalmente planificar tus futuras necesidades de salud, trabajo (a ser posible desde casa) e inversiones. Pero antes toca ir por orden y acabaremos con el tema de la movilidad y nos centraremos en los viajes largos y vacaciones.