Pasamos a otra fase. Hasta ahora hemos introducido el plan general y cómo ahorrar dinero. Ahora pasamos al cuadrante de pasivos, de los gastos, antes de que, varios post después, volvamos al tema de activos y cómo generar más (inversión, ganancias extra…). Como dijimos habrá que dividir los gastos entre los obligados (vivienda y sus gastos, móvil, internet, comida, ropa) y los no obligados aunque lógicamente también imprescindibles para una vida feliz (ocio en general: viajes, restauración, música, etc.). Veremos cómo pagar menos en los gastos impepinables y cómo también pagar menos o no pagar nada en el resto.

Hoy nos centraremos en el gasto por excelencia: la vivienda, para en sucesivas entradas centrarse en los diferentes gastos inherentes a ella: luz, gas, agua, internet, teléfono, muebles… La vivienda daría para varios post pero intentaremos resumirlo, aunque sin duda es el gasto clave durante toda tu vida (cuantitativa y cualitativamente) y puede marcar toda tu economía para bien o para mal, según lo gestiones.

Comenzemos. Si hay algo que no te vas a librar y que comerá el mayor porcentaje de gasto es la vivienda (salvo que tengas piso en propiedad heredado y vivas en él). Por tanto entramos en el quid de la cuestión, el eterno dilema (comprar o alquilar) que no obstante en España suele decantarse siempre por el primero, por tradición y mentalidad, la tan arraigada idea de “tener tu propia casa”. Esto no pasa en la mayoría de países del mundo, al menos con tan alto porcentaje de propiedad. Esta serie pretende un cambio de mentalidad pero desde el cálculo objetivo, así que veremos cuándo conviene comprar (para vivir y/o como inversión) y cuándo estar de alquiler.

Los tiempos han cambiado. Salvo que seas funcionario es complicado que siempre vayas a trabajar no ya en la misma empresa, sino en la misma ciudad. La forma de vida (menos parejas duraderas, menos hijos, más movilidad) hace que la compra según qué sitios y circunstancias sea una mala opción. A eso añadimos los precios o mejor, el ratio del porcentaje de lo que ganamos para pagar un piso. Mi padre lo pagó en poco más de dos años, con esfuerzo, pero en dos años. No es lo mismo apretarse el cinturón dos años que 35… Aun así, la compra sigue siendo el objetivo de una mayoría. Simplemente para ser propietario, ni siquiera para al menos sacarle rentabilidad.

Efectivamente, sería la única razón para la compra: la inversión, vivir de las rentabilidades de su alquiler o de la venta, pero claro, para eso hay que haberla comprado ya, es decir, tener mucha liquidez. 

Es curiosa la obsesión de las personas por poseer un piso, sobre todo relacionado con la pareja. Estar casado y más aún con hijos lleva al impulso irrefenable en España de hipotecarse. Pues no, ni se va a dar un futuro mejor para los hijos ni vale la pena la enormidad del gasto y la esclavitud por la "libertad" de poder tirar un tabique o tener unos muebles específicos, salvo casos muy específicos. Los ejércitos poderosos lo son en parte por su capacidad de movilidad. Pues en las personas es lo mismo. Pero no nos desviemos. Vamos a los hechos:

Como pasa con el coche también, la principal táctica de venta es destacarte la cuota mensual, sin tener en cuenta el gasto total y dividirlo por mensualidades. El resultante visto numéricamente nos haría reflexionar. Aparte de la nula ventaja fiscal, comprar una casa supone los siguiente gastos: tasación, notaría, gestoría, registro, comisión de apertura-subrogación, comunidad, seguros, impuestos (de constitución de hipoteca, transmisiones, IVA, IBI, basuras) y los futuros de mantenimiento, averías y derramas. En resumen, sólo en gastos no recuperables, supone el 10% del total, aparte que durante años no amortizarás capital alguno entre esos gastos y los intereses. Calcula cuántos meses de alquiler podrías pagar con ello. 

Compruébalo por ti mismo con esta calculadora comparativa.

Ejemplo ilustrativo: Una vivienda en venta de 300.000 € pero tasada en 270.000 €. El banco que concede un préstamo hipotecario, por regla general sólo dará, como máximo, 216.000 € (el 80% de 270.000). El comprador tendrá que pagar como entrada el resto (84.000 €), además de los gastos de formalización del préstamo (como media el 10% de 216.000 € = 21.600 €). Es decir, para comprar esta casa, habrá que contar con aproximadamente 105.600 € antes de contratar una hipoteca. 
La cuestión es: ¿vas a vivir siempre en el mismo sitio? ¿tienes tanta liquidez? La burbuja inmobiliaria y la situación laboral demuestran que no.

El PER

Price Earnings Ratio. Lo veremos para la bolsa, pero también en inmobiliaria es un concepto clave, aunque de otro modo. Es la clave para ver si compensa o no comprar. Se trata de la relación bastante constante entre los precios de venta y alquiler. 

Si tienes vivienda en propiedad alquilada, para obtener el PER bruto habrá que dividir el dinero actual que obtenemos entre su precio de venta. Si una vivienda de 240.000 euros la tenemos alquilada por 1.000 euros al mes, la rentabilidad será del 5 %.

(12.000/240.000) x 100 = 5%

Pero vamos a lo que interesa, usar el cálculo para ver si es mejor compra o alquilar, que sería el PER a secas (dividir el precio de venta entre el precio de alquiler). Así tendremos las veces que el precio de alquiler está contenido en el de venta o lo que es lo mismo, los años que tardaríamos en pagar una vivienda mediante alquiler.

En el anterior ejemplo sería un ratio 20: (240.000 / 12.000) = 20 veces

Efectivamente, tenemos que conocer el precio de venta y el de alquiler. Lo sacamos de la web del Banco de España, que según el último informe, la rentabilidad bruta de alquilar una vivienda en España es del 4,6% o 21,7 años. Para ver si compensa o no la compra multiplicaríamos el precio del alquiler mensual por 260 meses para obtener un precio de venta aproximado. Por ejemplo, si se alquila por 1.500 euros al mes y multiplicamos ese precio de alquiler mensual por 260 meses obtendríamos que el precio de venta debería rondar los 390.000 euros en las condiciones actuales.



Del mismo modo, si tenemos una vivienda que podría venderse por 260.000 euros, bastaría con dividir entre 260 para saber que su precio de alquiler debería ser de unos 1.000 euros mensuales. A mayor subida de precios, PER más elevado y por tanto menos posibilidades de que compense comprar. A PER más bajo, puede compensar comprar. 

Ejemplo de aplicación: una vivienda que vale 400.000 euros y que se alquila por 1.000 al mes. Calculamos PER (400.000/12.000)=33 veces, muy superior a la media de 21,7. Es decir, sería para alquilar, no comprar.

De aquí podemos deducir hechos prácticos, más allá de lo monetario. El PER más alto corresponde a las mejores viviendas y mejor ubicadas, es decir, vivir en la zona que te gusta o en la casa ideal compensa si alquilas, no si compras. ¿Prefieres vivir en tu zona ideal y casa ideal o tener en “propiedad” una casa que “puedes” pagar en una zona que no te gusta o un piso que no es lo que soñabas? Tú mismo. 

Y es que no nos engañemos, si se tiene tanto miedo a la bolsa y a apalancarse, en realidad al comprar una vivienda te estás apalancando a lo bestia y encima con un algo difícil de deshacerse y con altísimas comisiones.

Sé que es una batalla perdida, en un país donde el 83% de la población opta por la compra, frente a otros países como Alemania, donde es del 53%. Luego con lo que han ahorrado toda su vida llegan a España y compran casitas en la costa a precio de ganga y a tocateja. Otra mentalidad, menos mantras tontos y mayor practicidad. 

Si con las finanzas en general es difícil cambiar la mentalidad y ser lógicos, en el tema de la vivienda se antoja misión imposible, porque las razones son absolutamente subjetivas y parece que no eres serio o solvente si no te compras una casa, cuando casi siempre es lo contrario. Vivir de alquiler supone tener más liquidez y libertad. Pero claro, el qué dirán más la ignorancia influye mucho en este país. La familia y el sistema fomenta por todos los medios la compra, ya que supone continuar en la rueda de la deuda y los ingresos por impuestos, como pasa y veremos con las nóminas y el IRPF. 

Vivir de alquiler supone ventajas cuantitativas: más liquidez para inversión y ocio (calcula lo que ahorrarías al no hipotecarte y lo que te rentaría con el interés compuesto ya visto y la calidad de vida en todos los ámbitos); y cualitativas (libertad absoluta, sin quebraderos de cabeza, listo para cualquier cambio vital como traslado del trabajo, proyectos nuevos o simplemente ir viviendo donde te apetezca y mejor se adapte a tu vida presente). Y si con el tiempo consigues esa liquidez suficiente, si puede ser un gran negocio poder comprar en efectivo una/s casa-ganga en zona costera y tener un sobre sueldo o incluso vivir de los alquileres obtenidos. 


Planificación e ir contracorriente. Es la clave. En las siguientes entradas veremos cómo minimizar daños si al final se cayó en la hipoteca o incluso deshacerte de ella, cómo alquilar tu casa y su fiscalidad, y nos sumergiremos en los engorrosos pero necesarios gastos fijos inherentes a la vivienda, sea alquilada o no: luz, gas, agua, internet… 
Hasta ahora no había bajado de Roma. Años explorando el norte y centro de Italia, especialmente Piamonte y Toscana de punta a punta. Ya tocaba bajar al sur, a esa Italia tan diferente de aquella central o la que colinda ya geográficamente y en muchas cosas más con Europa Central. El sur es, como ocurre en España, puro Mediterráneo, con todo lo que conlleva. Testigos de civilizaciones y conquistas, con una riqueza paisajística, cultural, gastronómica y artística inigualable. Gente hospitalaria, socarrona, supersticiosa, leal, irónica, con una mezcla de optimismo y fatalismo. Pues eso, puro sur. 

Mi periplo ha sido breve, conciso, pero intenso. Esta es una guía que como siempre hago ajustada a mi visita, sin añadir nada y por tanto incompleta. Cada uno tendrá que adaptarla al tiempo disponible e investigar todo lo que ofrece. En mi caso eran sólo dos días y sólo en Nápoles pero añadiré sugerencias para aquellos afortunados que tengan más días o que vayan a volver. Llevaba una guía de lujo, nacida allí, así que con la información adecuada y planificando bien puedes ver lo imprescindible al menos. No obstante, para ver todo lo importante de la ciudad y alrededores se necesita mínimo una semana.

Vamos allá: si vais en avión hay vuelos directos desde Madrid con Meridiana. Si lo hacéis como yo desde otra zona de Italia, podéis con el tren de alta velocidad llegar desde Roma en una hora o desde Florencia en dos horas. La estación está cercana al centro histórico (Centro Antico), por lo que si reservas un alojamiento cerca como hice yo tendrás muchas de las actividades y visitas a pocos minutos andando o en metro. Yo estuve en el B&B Grande Archivio (Via Grande Archivio, 22), con una calidad-precio excelente: sólo dos habitaciones, tranquilidad total, en pleno centro histórico, todo nuevo y con un servicio inmejorable. 


Centro Antico

B&B Grande Archivio

B&B Grande Archivio

Día 1: centro histórico y Nápoles subterráneo

Comenzamos el recorrido en Via San Biagio dei Librai, llamado así por sus tiendas de libros. Llegamos a Piazza San Domenico Maggiore, ya en plena zona universitaria además, repleta de bares y pubs y con una vida nocturna intensa. Continuamos todo recto por Via B. Croce y llegamos a Piazza del Gesù y la Iglesia de Santa Chiara con su complejo monumental. Vale la pena no sólo visitar la iglesia, con un interior propio de catedral, sino pagar la entrada y visitar el complejo monumental, con su claustro de pilares de azulejos, los soportales de pinturas al fresco y su museo. 






Complejo monumental Santa Chiara (4)

Saliendo de Piazza del Gesù derivamos en la Via Toledo, nombre que refleja los dos siglos de ocupación española en Nápoles. Tanto es así, que marca el inicio del barrio español (Quartiere Spagnoli), al pie de una de las tres colinas que de Nápoles. Pasamos también la sede del Banco di Napoli y llegamos a Galleria Umberto I, que recuerda mucho la famosa de Milán. La galería nos conduce directamente a Piazza Municipio, ya frente a la Stazione Marittima, y siguiendo por Via Depetris o la paralela Via C. Colombo llegaríamos a Via Duomo, que como su nombre indica nos llevaría a la catedral, habiendo acabado el recorrido rodeando el Centro Antico. En todo el periplo no dejamos de admirar casas típicas y tiendas artesanales, de souvenirs, de productos típicos de la tierra, con la icónica imagen de la ropa tendida, con un flujo continuo de gente, de motos, de conversaciones, risas y reclamos de venta.


Barrio de los españoles
Galería Umberto I

Sin embargo he especificado lo más destacable, pero en este circuito por el casco histórico las iglesias, curiosidades, plazas, pequeños rincones, tiendas y en definitiva el puro ambiente napolitano abruma: Museo Capella Sansevero, el Civico Filangeri, Capella del Monti di Pietà, Chiesa di San Pietro a Majella… Es un barrio muy concentrado. Explorad sin rumbo fijo. 

Es hora de la parada para comer y qué mejor manera de empezar el recorrido gastronómico con una pizza. Nápoles es la cuna de la verdadera pizza y 'Di Matteo' es uno de los referentes. Una pizzería sencilla y verdadera donde puedes degustar su carta mientras cantantes ambulantes la amenizan con una canción típica napolitana. Una delicia. 
¿Qué comer en Nápoles? Pues sufrirás por las dudas porque es una de las cocinas más típicas y variadas del mundo: mozzarella in carroza, impepata di cozze (mejillones a la cazuela con pimienta), espaguetis “ai frutti di mare”, il ragú napoletano o los dulces como “babà”, la “sfogliatella” o los “strufolli”; y tambièn los vinos (muy famosos como las uvas que crecen en el suelo volcánico, no sólo el Vesubio sino tambiñen i Campi Flegrei). Ah, y precios muy asequibles (platos entre 6-10 euros, dulces y pizzas pequeñas para comer en la calle a un euro). Una experiencia única comer o cenar en uno de los restaurantes de Lungomare, contemplando el golfo y el Vesubio, mientras conoces más de la ciudad a través de los camareros siempre conversadores. 

Ya repuestos y con el estómago lleno es hora de seguir caminando, pero no por la superficie. Nápoles esconde bajo sus pies otra ciudad tan fascinante como la de arriba, llena de ruinas romanas, refugios antiaéreos y pasadizos laberínticos. Es el Napoli Sotterranea (Piazza San Gaetano, 68):



Nápoles subterráneo (2)

Yo recorrí uno de ellos y la experiencia fue única: galerías, pasadizos (algunos sólo se podían atravesar de lado y con linterna), acuíferos… en un sistema laberíntico bajo la ciudad único. El circuito (con guía en varios idiomas) incluye la visita a una de las casas de la época tal cual estaba y donde debajo de una cama se ocultaba una trampilla para acceder a unos bajos que se usaban como escondite, para contrabando, refugio e incluso garaje y que los dueños nunca supieron que lo que lo rodeaba era en realidad un teatro romano. Así es Napoli, con gente haciendo su vida diaria a unos metros por encima de un foro romano sepultado por el tiempo pero no por el olvido. Tan surrealista como fascinante.

Sorprendidos por tan original visita, que puede pasar desapercibida en un tour al uso de la ciudad, es hora de la cena. Un buen sitio, moderno y clásico a la vez es Salumeria Upnea (Via San Giovanni Maggiore Pignatelli), con una sucursal también en Barcelona. Cocina moderna pero que bebe de la gastronomía tradicional napolitana e italiana, admiradores por cierto de David Muñoz y su Diverxo. 

Día 2: colina y mar

Si el primer día nos mantuvimos sobre o por debajo de la superficie, en el segundo tocaba subir a una de las colinas y luego bajar acariciando el mar. Nos dirigimos a Piazza Montesanto y tomamos uno de los tres funiculares de la ciudad: 


Uno de los tres funiculares de Nápoles

En este caso subiremos a la colina del Vomero. El barrio es totalmente diferente a Nápoles “de abajo”. Es otro mundo, más propio de otras ciudades de Italia. Es zona de más poder adquisitivo; no hay tráfico intenso, ni tiendas atestadas de productos, ni edificios semi abandonados. Es un barrio residencial y tranquilo, un ambiente más turístico que nos conduce directamente al objetivo: el Castel Sant´Elmo que alberga el Museo Certosa di San Martino:


Castel Sant´Elmo y Museo di Certosa di San Martino

Es un impresionante complejo amurallado que servía como bastión defensivo. Su ubicación es inmejorable y eso se nota en las vistas que se divisan desde lo alto. Puedes ver todo Nápoles y alrededores, el golfo, el volcán Vesubio, Sorrento, Posillipo, Soccavo y las islas de Capri e Isquia. Poder adquisitivo por niveles de altura literalmente. Pero no sólo es castillo y fortaleza, sino que en su interior guarda un museo de pintura y escultura del siglo XIX y XX. 


Nápoles y el Vesubio desde lo alto de la fortaleza

Bajamos con el funicular para abordar el Lungomare, el paseo marítimo ya libre de tráfico y bordeado a un lado por el mar lógicamente y al otro por un parque clásico y el oceanográfico. Nos dirigimos hacia la silueta de otro castillo, casi en medio del mar: Castel Dell´Ovo, llamado así por la leyenda de que se sustenta sobre un huevo gigante:

Lungomare y al fondo el Castel Dell´Ovo

Continuamos bordeando el mar y llegamos a la zona Real de Nápoles: Piazza del Plebiscito, con la Basilica Reale di San Francesco di Paola, el Palazzo Reale y el Teatro San Carlo; y frente a él, el café más antiguo de Nápoles (Gran Caffe Gambrinus, Via Chiaia, 1), con una tradición tan particular como piadosa: dejar pagado un café para que un pobre que entre lo tome, el llamado “café pendiente”. 

Palacio Real

Plaza del Plebiscito con la Basilica Reale di San Francesco di Paola


Gran Caffe Gambrinus, con el tradicional "café pendiente" (2)

Seguimos por Via Vittorio Emanuele y llegamos a otro castillo impresionante: Maschio Angioino, ahora en tierra pero hace siglos rodeado por el mar:

Castillo Maschio Angioino

Hemos llegado al punto del día 1, Piazza Municipio, donde os encontraréis con un enorme techo cubriendo unas excavaciones que iban a ser una salida de metro y se suspendió por encontrarse el antiguo puerto romano:

Excavaciones puerto romano, donde iba a estar la salida de metro

Algo habitual en estas tierras y que obligó a reubicar la salida de metro varios metros. Un suburbano, por cierto, del que se enorgullecen los napolitanos con razón. En concreto la estación de Toledo, proyecto del arquitecto catalán Oscar Tusquets, una de las más impresionante del mundo y según el Daily Telegraph y la CNN la más bella de Europa. Merece un recorrido (precio de los billetes: 1 euro):

Nueva línea metro de Nápoles

No dio tiempo para más. Cena en St. James (pub a lo irlandés pero con carta también napolitana, como la parmigiana di melanzane) de nuevo en pleno centro histórico, en Piazza Bellini, punto de reencuentro de los jóvenes, repleto un jueves como era de universitarios. Dos días intensos pero a todas luces insuficientes para ver todo lo que ofrece Nápoles, los alrededores y las islas. Una excusa perfecta para volver. Porque Napoli no se visita, se vive, con sus luces y sombras, contradicciones, tradiciones, sus gentes, su gastronomía, su tesoro artístico y cultural, su pasado y la perenne y bella presencia del golfo y el volcán Vesubio.
 

Prácticamente me informo en su totalidad a través de los medios online: El Español, eldiario.es, El Confidencial... Como suscriptor accionista de El Español he podido asistir a mi primer desayuno de los que organiza el periódico digital y la experiencia ha sido inmejorable. Una charla entre cafés, canapés y gráficas sobre economía de la mano del periodista chileno John Müller, adjunto al director de El Español. Ha dejado grandes reflexiones a tener en cuenta que ayuda a encontrar respuestas entre la maraña de datos y politiqueos.

Voy a resumirlo brevemente:



  • Ha abundado el concepto de insostenibilidad del sistema: deuda, paro, pensiones, moneda fiduciaria.
  • Resulta que hay una alianza global USA-China. Que el gigante asiático sea el primer acreedor de la aún primera potencia no es casual ni los americanos lo impiden. 
  • Se requiere una regulación urgente y lógica del sistema privado de pensiones ante el hecho no aireado de que el público colapsará. Puras matemáticas  y demografía.
  • Lo falso de las previsiones de Podemos de crecimiento desde la inyección vía impuestos de 96.000 millones de euros, sin tener en cuenta la extrapolación de tal hecho al consumo y fomento de emprendimiento.
  • La fútil utilidad del parámetro inflación y su control en la coyuntura actual. Müller puso el ejemplo de los niveles bajos de inflación durante la burbuja al no incluir las subidas brutales de la vivienda, lo que hubiera supuesto una gran voz de alarma macro.
  • La utilidad del indicador de incertidumbre económica, presente por ejemplo en los informes BBVA sobre futuro económico. Suele anticipar seis meses la tendencia.El
  • Brexit: John Müller no cree que Reino Unido vaya a salir de la Unión Europea ya que podrá seguir dentro pero a su manera como siempre hace. Considera que ha aportado más a la UE que al contrario y que por ejemplo la en principio tan criticada época ultraliberal de Margaret Thatcher sirvió como contrapeso e incentivo para que la dormida socialdemocracia europea hiciera ajustes necesarios y beneficiosos.
  • Un dato incontrovertible: los cinco grandes del Ibex dependen directamente del mercado brasileño. Es fácil adivinar las convulsiones futuras del Ibex a tenor del futuro igualmente convulso de Brasil.
  • China seguirá desacelerándose pero no nos engañemos, es el proceso lógico de pasar de una economía exportadora a otra más industrial y técnológica con clase media consolidada y por tanto consumo interno fuerte.
  • Habrá que afrontar el recorte burocrático y de competencias en la comunidad europea y en las CC.AA., además de suprimir las diputaciones. Para ellos sí o sí habrá que revisar la competencia autonómica en educación y sanidad para que el sistema sea viable.
  • Incertidumbre política en España: estudios demuestran que cada mes sin gobierno se pierde 0,1 puntos de crecimiento: 10 meses sin gobierno=1 punto de pérdida.
  • La deuda y el paro es insostenible. Alcanzaremos el 125% del PIB como Italia. Posible solución: sistema de deuda perpetua. En cuanto al paro, a Müller le asombra que se mantenga un país ocho años a un 20% de paro sin “grandes” consecuencias. En cuanto a las cotizaciones, se avecina una situación en el que compense la actividad freelance en vez de que te quiten tanto dinero de una nómina, ya que es probable que todo derive en un aumento sustancial de la pensión mínima no contributiva. Compensará por tanto estar orbitando el sistema que mantenerse inmerso en él.