2013

Hoy, comenzado ya 2013 y dejado atrás el fatídico a nivel personal 2012 (aunque con cosas muy buenas también) y leyendo como cada día las noticias y blogs, me he topado con un párrafo del último artículo de Juan Manuel de Prada que resume perfectamente pensamiento y objetivos:

"La única vida nueva posible, la única que disfruta verdaderamente de la incesante novedad del mundo, es la que no se deja encarcelar por ideas o patrones, la que acepta la vida como le es dada. El idealismo es la cárcel y la sepultura de la vida, aunque para embaucarnos nos presente una vida imaginaria más lustrosa y apetecible; pues nos obliga a aspirar a vidas que no son la nuestra, vidas que no son verdaderas. Solo el realismo nos permite vivir con ilusión: porque nos obliga a aceptar la vida como viene; y todo lo que viene se convierte entonces en una fuente constante de novedad. A veces, en esa novedad descubriremos sorpresa y júbilo; a veces dolor y desencanto. Pero la sorpresa y el júbilo serán plenos, porque son regalos inesperados; y el dolor y el desencanto no serán esterilizantes, sino que aquilatarán nuestro carácter.

A este año que ahora empieza uno solo le pide una vida verdaderamente nueva, sin propósitos idealistas o ilusorios. Una vida realista."
Cada año nos proponemos nuevas metas, propósitos, enmiendas, retos o mejoras, sin darnos cuenta de que la noche del 31 de Diciembre no es un abismo que separa un año de otro y en el que tras superar la resaca emprendemos un nuevo viaje cargado de ilusiones y novedades. Que al despertar seguimos siendo los mismos, con nuestros mismos problemas, miedos, ilusiones, certezas e incertidumbres; que seguimos amando, echando de menos o reprochando a las mismas personas. Que cualquier cambio, plan u objetivo no se realiza de la noche a la mañana sino que es algo paulatino, basado en la perseverancia, la ilusión y el convencimiento. 
No obstante, son tiempos difíciles para ello. Son tiempos de supervivencia, de trinchera, no  de asalto, de nadar y guardar la ropa; son tiempos caóticos, hipersociales a ratos, solitarios a otros; son tiempos de contradicciones y de sentimientos desmesurados o tibios.
Debemos ser conscientes de que otro año más seguiremos con la crisis en todos los ámbitos; debemos comprender y aceptar que son tiempos de cambio total, de nuevas mentalidades, si es que de verdad queremos a título personal y general avanzar; debemos dejarnos de excusas y aceptar nuestra responsabilidad y culpa, y si culpamos con razón, debemos tener el coraje de exigir reparos como se ha hecho de toda la vida, sin medias tintas. 
La justicia, el bienestar, la razón y la lógica tienen un precio. Nuestro bienestar personal y anhelos también. A veces unos y otros no son compatibles, pero lo que es indiscutible es que unos y otros requieren de voluntad, de realismo optimista y de optimismo realista. Si no, siempre nos quedará el caos y el azar. 

Entradas populares

Fulanito de Tal S.A.